Santiago.
–República
Dominicana registra números azules en cuanto a desarrollo educativo y económico,
al igual que en áreas de la salud, la seguridad social, la política y las comunicaciones.
Pero, en torno a la igualdad de género no ha logrado alcanzar los objetivos que
permitan impregnar en la sociedad una verdadera cultura de equidad y derechos en
todos los estamentos sociales.
Actualmente la
desigualdad de género conlleva terribles consecuencias: víctimas mortales de
violencia, lo que provoca daños a la salud, a la integridad física y moral;
abandono del hogar, entorpecer el entorno laborar, es decir, serias
dificultades en un escenario que definitivamente detiene el libre ejercicio de
sus derechos humanos.
Datos oficiales
Y esa desigualdad se
traduce en cifras de muertes de mujeres, alarmantes en el país. Según la
Procuraduría General de la República (PGR), 1,418 mujeres fueron asesinadas
desde el año 2005 al 2019, por sus parejas o ex parejas, convirtiéndose en
tendencia anual. Los casos, cada vez más escabrosos, consternan a la sociedad.
La primera iniciativa para
fomentar la igualdad de género ocurrió en los primeros años de la década de los
80. Diecisiete años después se crea la Secretaria de Estado de la Mujer, pero
no es hasta la modificación de la Carta Magna en el año 2010 cuando el tema de
género adquiere ribetes constitucionales en materia de derechos.
Por lo tanto, es tarea pendiente
cerrar la brecha que ha afectado el engranaje social en materia de género, a
pesar de que existe una institución que tiene en su radio de acción la
responsabilidad de implementar políticas en esa línea para alcanza el
cumplimiento de la igualdad y equidad, establecidas en el artículo 39 de la
Constitución, al igual que lo dispuesto en la Ley No. 86-99 que crea el Ministerio
de la Mujer, entidad cimentada en el decreto número 46 del 17 de agosto de 1982.
Cambios
La marcada lentitud en
la promoción, implementación y aplicación de políticas de género del aparato
estatal, ha causado un problema social que va desde la violencia de género a la
discriminación laboral, la poca participación de la mujer en los procesos políticos,
toma de decisiones, así como en el plano productivo y económico.
Debido a esto, organizaciones
nacionales e internacionales comprometidas con el desarrollo de políticas de
igualdad de género centran su atención en la agenda nacional; tal es el caso de
la Unión Europea (UE), que desde el año 1991 mantiene una excelente relación
con el país, permitiendo recibir una cooperación económica de más de mil
millones de euros.
Aportes
de la Unión Europea
Según la oficial de programas de la delegación Unión Europea en el país, Orlidy Inoa Lázala,
actualmente la organización implementael Plan de
Acción de Género II 2016-2020, en el que se destaca la necesidad de
conseguir plenamente el disfrute íntegro y en condiciones de igualdad de todos
los derechos humanos y las libertades fundamentales de mujeres y niñas.
Inoa Lazala,
indicóque se
implementael programa deCoordinación en
la Prevención de la Violencia de Género, en línea con losObjetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), así como el apoyo presupuestario al Ministerio de la
Mujer con una dotación de cinco millones de euros, monto sin precedentes
destinado al ámbito de la prevención.
La oficial de UE detalló que además facilitan
soporte técnico y económico a instituciones educativas, organizaciones sin
fines de lucro, entre las cuales se destacan; Universidad Isa, Save The Charren RD, Profamilia, Red Iberoamericana de Personas
con Discapacidad Física RD, con quienes colaboran en la promoción en temas de
igualdad de género.
En Santiago
Una de las primeras organizaciones sin fines de
lucro que recibieron respaldo de la UE en la tarea de visibilizar derechos, fue
El
Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM), entidad que labra en Santiago desde el año 1987,
promoviendo el desmonte de la cultura patriarcal, en sus prácticas sociales y
cotidianas; así como las acciones para enfrentar la violencia hacia las mujeres
y las minorías. En más de tres décadas, el NAM ha trabajado desde la educación,
investigación, comunicación, el servicio y la coordinación intersectorial.
La directora ejecutiva
del NAM Manuela Vargas, destacó que gracias al aporte de la UE se han formado
jueces, fiscales, orientadores, psicólogos, policías, guardias, adolescentes y actores
comunitarios. “En estos momentos estamos trabajando de manera conjunta en un proyecto
en la región Sur del país para la prevención matrimonio infantil”, aseguró.
Entre las primeras
provincias del Sur dominicano que serán impactadas con el proyecto “Niñas No Esposas” está San Juan de la
Maguana y Elías Piña, donde se registran altos niveles de pobreza y limitadas
oportunidades de formación para el desarrollo y empoderamiento de niñas y
adolescentes, quienes son las más afectadas.
Datos suministrados por
el NAM,los fondos
aportados por la Unión Europea para fortalecer las organizaciones y trabajar
con actores comunitarios ascienden a un monto de 643 mil 474,52 euros.
Otras de las
instituciones que recibe respaldo económico es el Ministerio de la Mujer. Según
la ministra Janet Camilo, la UE es un gran aliado de la institución pública. “Actualmente
somos beneficiarios del Programa de Apoyo a la Reforma de la Administración
Pública (PARAP II). Que tiene como objetivo general, contribuir al
fortalecimiento de la gobernanza democrática, la cohesión social y territorial
y la modernización del Estado en la República Dominicana, mediante la
asistencia técnica de largo, mediano y corto plazo. De este programa hemos
recibido apoyo presupuestario directo en el período 2018-2020 por RD$8,500,
000.00¨, informó la funcionaria.
Camilo manifestó que recientemente
se incorporó a EUROsociAL+, un programa de cooperación entre la Unión Europea y
América Latina que contribuye a la reducción de desigualdades, mejorar los niveles de
cohesión social y el fortalecimiento institucional en 19 países latinoamericanos,
mediante el apoyo a procesos de diseño, reforma e implementación de políticas
públicas, focalizando su acción en las áreas de igualdad de género, gobernanza
democrática y políticas sociales.
De igual manera, mediante su equipo de profesionales, la UE ha consagrado sus
esfuerzos en el país a través de cursos y talleres para sensibilizar
aciudadanos y ciudadanas sobre el daño psicológico y social que la
desigualdad genera en las comunidades. Además, ha fortalecido
las debilidades de las políticas públicas en lo relacionado a la equidad de
género y otros temas de interés nacional.
Un
desafío latente
De acuerdo con el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la desigualdad de género
afecta el desarrollo humano en un 44% en el país. Por esta razón, es
preocupación para la UE erradicar los niveles de desigualdad entre hombres y
mujeres, al tratarse de un valor esencial para la convivencia de los pueblos.
Una
iniciativa trunca para promover la igualdad de género es la Orden Departamental
33-2019 del Ministerio de Educación, promulgada en el año 2019, la cual fue
dejada sin efecto tras generar enfrentamientos entre grupos religiosos,
asociaciones educativas y representantes de la sociedad civil.
Estudios realizados
Según
el Informe Nacional Voluntario, presentado por República Dominicana ante el Foro
Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible en la sede de las
Naciones Unidas en Nueva York en el año 2018, en el país el 25%
de las mujeres ha sufrido violencia física en la adultez y un 31% de las
mujeres ha sufrido violencia emocional. A eso se le suma la alta incidencia de
las uniones tempranas: cerca de 28% en adolescentes entre 15 y 19 años, 11%
antes de los 15 años.
El informe establece
que el 36% de las mujeres entre 20 y 24 años dijeron haber estado unidas o
casadas antes de los 18 años por lo que las uniones tempranas están asociadas a
los embarazos en la adolescencia.
No
obstante, la Unión Europea ha enfocado sus esfuerzos en orientar y educar sobre
perspectiva de género que contribuya a la reflexión de las raíces de las
desigualdades de género que son en su mayoría un problema cultural.
Todas
estas acciones forman parte de lo establecido en la Agenda 2030 formulada por
Naciones Unidas específicamente lo indicado en el Objetivo 5 que instruye a
desarrollar acciones concretas que contribuyan a reducir las desigualdades de
género, la discriminación y la violencia contra las mujeres.
En
esa línea, la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, puntualiza el fortalecimiento,
prevención y sanción de la violencia intrafamiliar y de género mediante la
colaboración institucional público-privada, con base en protocolos de actuación
que aseguren una iniciativa global e integral frente a la violencia de género y
contra niños, niñas y adolescentes.
De igual modo se centra en la concienciación sobre la
igualdad de derechos y la equidad de género para construir una imagen
revalorizada del aporte de la mujer a la economía y la sociedad que supere los
estereotipos tradicionalmente asignados a hombre y mujeres, utilizando espacios
y actividades desarrollados por escuelas, gobiernos municipales y
organizaciones de la sociedad civil.
Recomendaciones
República Dominicana adolece de una cultura en
igualdad de género. A la luz del siglo XXI, ser mujer no puede seguir siendo
causa de muerte y discriminación en el país ni en el mundo.
Se necesita un esfuerzo mucho mayor para abordar los
patrones de violencia que afectan a la sociedad. Promover la igualdad de género
es un objetivo fundamental para disminuir la violencia contra las mujeres,
niñas y adolescentes.
La violencia de género causa números inaceptables de
víctimas mortales. Se hace necesario abordar las causas estructurales de la
desigualdad. Hemos avanzado, pero hace falta más conciencia en todos los
sectores sociales.
De igual manera es necesario hacer una práctica
constante de la promoción de los derechos humanos universales. Y garantizar
la seguridad, el bienestar y los derechos de las personas en riesgo de
violencia de género. Que desde el Estado y la clase política se salte de las
palabras a la acción.
Otras tareas es priorizar la prevención, contrarrestando el imaginario machista y la
cultura patriarcal en todos los ámbitos, especialmente en las escuelas, y
educando en una nueva masculinidad a fin de desmontar progresivamente los
viejos estereotipos que perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres. Está
claro que esa desigualdad está detrás de la violencia de género en todas sus
manifestaciones.
Urge fortalecer las áreas de salud,
seguridad y educación a través de políticas de prevención y respuesta de esos
sectores, así como también educar y empoderar a los representantes de medios de
comunicación que juegan un rol importante en la difusión de informaciones.
Un país se construye en base a derechos y equidad. Estamos
en la marcha. La igualdad de género es una tarea humana, un pendiente social.
Comentarios
Publicar un comentario