La Filial Santiago de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR) inició sus servicios hace 50 años, ocasión que sus directivos, empleados y usuarios celebraron con una misa de acción de gracias.
Durante la actividad, Jacqueline Peña, Administradora de la entidad, expresó que la ADR Filial Santiago “se llena de gozo y gran satisfacción porque esta obra, que Dios puso en la mente y el corazón de nuestra presidenta y fundadora Doña Mary Pérez de Marranzini, es una hermosa realidad que hoy se viste de dorado al celebrar 5 décadas llevando no solamente aprendizaje y salud, sino también amor”. Peña aprovechó la ocasión, además, para agradecer a todos los que de una manera u otra han sido parte de la historia de la institución y han aportado su granito de arena en favor de la rehabilitación integral de personas con discapacidad física e intelectual.
De igual forma, Danubio Belliard, padre de uno de los estudiantes de la Escuela de Educación Especial de la ADR Filial Santiago, agradeció a la entidad por la acogida que brinda a quienes se acercan en busca de atención y por las grandes mejoras que miles han visto en sus vidas gracias al arduo trabajo que allí se realiza.
La eucaristía, llevada a cabo en las instalaciones del centro, fue oficiada por el sacerdote Fabián Cardona y ambientada con las voces armónicas del coro infantil Ángeles de Santa Lucía.
Sobre sus servicios
La ADR Filial Santiago inició sus operaciones con la Escuela de Educación Especial, fundada el 15 de marzo de 1970. Unos años después, la Filial aumenta su plataforma de servicios incluyendo la parte de medicina física y rehabilitación, como una solución integral a la demanda de servicios médicos de esta naturaleza en la ciudad de Santiago y zonas aledañas.
En sus 50 años de labor ha brindado 472,801 servicios, así como la escolarización de 215 estudiantes por año. Además, muchos se han capacitado y han conseguido empleo a través del Programa de Formación e Inserción Laboral de la entidad.
Su misión es proporcionar el más eficiente servicio de rehabilitación para la atención integral a las personas con discapacidad física o intelectual, sin importar su condición socio-económica.
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